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miércoles, 24 de septiembre de 2014

Libros. Salta, su alma y sus paisajes, Juan Carlos Dávalos. Ed, Guillermo Kraft. 1947



Acerca de Guillermo Kraft su imprenta y su editorial.  

Textos extraídos del trabajo "TRADICIÓN E INNOVACIÓN EN EL PROGRAMA GRÁFICO DE LA EDITORIAL GUILLERMO KRAFT: COLECCIONES DE LIBROS  ILUSTRADOS (1940-59) por MARÍA EUGENIA COSTA

En el contexto histórico de la organización nacional, se estableció en la zona aledaña a la Plaza de la Victoria la “Litografía, Imprenta y Encuadernación Guillermo Kraft”. Fundado por un inmigrante alemán en mayo de 1864 el establecimiento de impresiones se reafirmó con las sucesivas generaciones (fruto de sus fuertes vinculaciones políticas), como una empresa familiar asociada al desarrollo de las artes gráficas en nuestro país. 
 Los Kraft fueron reconocidos socialmente no sólo como impresores y editores sino como “pioneros” en la introducción de adelantos técnicos para la industria gráfica.
En el período en cuestión (1940-1957), la técnica del fotograbado le aportó a la ilustración de libros tres aspectos fundamentales: la trasferencia de la representación visual, la independencia de la escala y la corrección o el mejoramiento de la reproducción.
Es de destacar que, desde fines del siglo XIX, la Casa Guillermo Kraft se posicionó como uno de los grandes talleres multigráficos porteños, junto con Jacobo Peuser, Lorenzo J. Rosso y Fausto Ortega & Ricardo Radaelli. La firma poseía unos 500 trabajadores en la década de 1910, 1500 a fines de 1930 y alcanzó los 1750 empleados a mediados de 1940 (Kraft 1944). La denominación de taller multigráfico se debe a dos factores. En primer lugar, a que se realizaban todas las fases o etapas de la producción, desde la composición tipográfica, la fotocomposición, la maquetación o compaginación, 
la impresión hasta la encuadernación. En segundo lugar, en el establecimiento se producía y comercializaba una amplia gama de productos: materiales cartográficos, papeles moneda e instrumentos crediticios, estampillas postales, libretas de enrolamiento, billetes de lotería, facsímiles de documentos, periódicos, revistas y publicaciones institucionales, guías o anuarios y diccionarios biográficos, tarjetas de visita y postales, álbumes litográficos y fotográficos, carpetas artísticas, además de una variedad de libros. “Todo lo que abarcan las artes gráficas, sin excepción, se puede 
ejecutar en sus talleres” 
A la figura de impresor-editor se sumó la de librero y organizador de eventos culturales. En el local de la calle Reconquista Nº 319-327, se dio a la planta baja el carácter de una sala de exposiciones, donde se realizaban conferencias y actos relacionados con las artes gráficas. A este emprendimiento se sumó en 1946 una Librería situada en la calle Florida Nº 681, donde funcionó el Salón Kraft, sede de la “selecta” Asociación Amigos del Libro desde 1947.




Itinerario Poético Argentino

Hacia 1940 se inició la “etapa moderna del libro ilustrado” con el lanzamiento de la colección Itinerario Poético Argentino. La serie, si bien no tiene una inscripción o un sello que la identifique, guarda cierta unidad estética, dada por el formato grande, la puesta en página (aunque haya variantes tipográficas) y la ilustración. Si bien el nombre de los artistas no aparece en las cubiertas ni en las contraportadas, como en las otras colecciones, las obras están firmadas y las referencias se encuentran en los colofones. Las tiradas oscilaron entre 1500 y 3000 ejemplares numerados, impresos en diversos tipos de papeles.
Cada uno de los títulos posee láminas intercaladas fuera de texto, impresas en sistema hueco offset a seis o siete colores (en dos casos se incorporaron imágenes en blanco-negro). Las reproducciones se realizaron sobre la base de acuarelas realizadas mayormente por el pintor Ernesto Ziechmann. Estas imágenes tomadas del natural fueron “directamente compuestas” por el artista en los diversos escenarios (ciudades, sierras, valles, campos). Se representan fundamentalmente paisajes, junto con algunas escasas y esbozadas figuras humanas. 
En este derrotero lírico, “cada región del territorio patrio es cantada por su poeta predilecto”, el cual conoce los paisajes, las tradiciones y las costumbres de “su patria chica.






Salta, su alma y sus paisajes.

 En 1947 se lanzó Salta, su alma y sus paisajes de Juan Carlos Dávalos. El poeta vive la región de su literatura, la escribe en el presente, desplazando su mirada comprensiva sobre los paisajes (con su flora y su fauna), como así también sobre los lugareños. Entre los aspectos particulares de la “puesta en libro” se destaca el colofón, cuya disposición tipográfica adquiere forma de vasija norteña. Esta fue la obra póstuma e inconclusa de Ernesto Ziechmann. Muchos de los trabajos de este libro “consisten únicamente en esbozos”. Según los editores, el artista “Se llevó en la retina la visión multicolor de los tipos, las costumbres y los caprichos de la naturaleza que da a Salta tan acentuada personalidad. Completó así con su magnífica labor artística, la tarea del poeta, realización común.”






Ficha

  Dávalos, Juan Carlos

     Salta, su alma y sus paisajes.
    
     Buenos Aires, Editorial Kraft, 1947
     127 p. 
     32x24 cm.
     12 Ilustraciones póstumas de Ernesto Ziechmann
     Edición Numerada. ejemplar N° 600     
     1° edición.

     Estado: Muy bueno. solo roces mínimos en los bordes superiores e inferiores del lomo y algunas manchas en la portada, como se puede apreciar en las imágenes



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